Advent
Devotional from Ligonier Ministries
Advent is a very special time of the year: a time set aside to prepare our hearts and minds for the “coming” of Jesus. The word advent actually means “coming or arrival.” Just as we prepare our homes for the season by decorating and baking cookies, we can also prepare our minds for the celebration of Jesus’ birth by dwelling on the stories involving the loving provision of a Savior swaddled and lying in the manager. As Christians, we certainly celebrate our Lord every Sunday in worship. What a wonderful blessing to set apart a time for meditating on the awesome wonder of His birth! Let’s spend the next four weeks together–as individual families, but also corporately–immersing ourselves in the thrilling story that reveals the love a Father has for His children.
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In our family, we make an advent wreath on the first Sunday in advent. My kids have a blast putting Christmas balls and sparkly garland in among the greenery. We place four purple candles around it and one white one in the center. Each Sunday we light a new candle, ending with the white one on Christmas morning. We light the final candle before we open our gifts, as we listen to the story of Jesus’ birthday. What a blessing it is to gather together each evening to hear God’s word in the flickering of candle light. How my children love to say the verses and sing those special carols that speak so clearly of a baby born King of all kings!
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Adviento
Devocional de Ministerios Ligonier
El Adviento es una época muy especial del año: un tiempo reservado para preparar nuestros corazones y mentes para la “venida” de Jesús. La palabra adviento en realidad significa "venida o llegada". Así como preparamos nuestros hogares para la temporada decorando y horneando galletas, también podemos preparar nuestras mentes para la celebración del nacimiento de Jesús al insistir en las historias que involucran la provisión amorosa de un Salvador envuelto y acostado en el pesebre. Como cristianos, ciertamente celebramos a nuestro Señor todos los domingos en adoración. ¡Qué maravillosa bendición apartar un tiempo para meditar en la asombrosa maravilla de Su nacimiento! Pasemos las próximas cuatro semanas juntos, como familias individuales, pero también corporativamente, sumergiéndonos en la emocionante historia que revela el amor que un Padre tiene por Sus hijos.
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En nuestra familia, hacemos una corona de adviento el primer domingo de Adviento. Mis hijos se divierten poniendo bolas navideñas y guirnaldas brillantes entre la vegetación. Colocamos cuatro velas moradas a su alrededor y una blanca en el centro. Cada domingo encendemos una vela nueva, terminando con la blanca en la mañana de Navidad. Encendemos la última vela antes de abrir nuestros regalos, mientras escuchamos la historia del cumpleaños de Jesús. Qué bendición es reunirnos cada noche para escuchar la palabra de Dios en el parpadeo de la luz de las velas. ¡Cómo a mis hijos les encanta decir los versos y cantar esos cantos especiales que hablan tan claramente de un bebé nacido Rey de todos los reyes!